¿Los ríos siempre traen basura?

Así se vive en Villa Trapito, en Ricardo Rojas, Municipio de Tigre.

Sobre Dorrego Norte y Sur, las calles paralelas al arroyo Las Tunas, en Ricardo Rojas, partido de Tigre, el Municipio de Tigre está «limpiando» cauce y costas.

La limpieza de la costa consiste en dejarla pelada de vegetación y así se van derrumbando y si hay una crecida, se cae más rápido y va comiendo la calle.

«Lo que sacan del arroyo lo dejan acá arriba«, dijo una vecina, señalando montañitas ya cubiertas de pastos -seguramente recuerdos de una vieja «limpieza»- y otras recientes, por lo cual se puede apreciar el color negruzco de los barros.

«Lo que sacan del arroyo lo dejan acá arriba».

Otra vecina intervino para explicar que «este arroyo viene desde Malvinas (Argentinas), pasa por el cordón industrial y trae una cantidad de mugre impresionante». Efectivamente, el líquido es negro, se lo aprecia denso y donde se puede observar el fondo, también se ve barro negro.

«Este arroyo viene desde Malvinas (Argentinas), pasa por el cordón industrial y trae una cantidad de mugre impresionante».

«Unos vecinos de más arriba pusieron piedras grandes en el cauce y eso filtra el agua y siempre limpian, sacan la mugre, plantaron árboles».

La confluencia del Darragueira y Las Tunas es un paisaje dantesco. A pocas cuadras está la Villa Trapito, otro espectáculo impactante. Sus pobladores están tan acostumbrados a vivir rodeados de mugre y ver el arroyo como un contenedor de todo lo inimaginable, que un joven dijo con naturalidad:» Es difícil tener limpio porque los vecinos no colaboran y además los ríos siempre traen basura».

«Los ríos siempre traen basura».

Adiós a Ricardo

En 2007, Ricardo Barbieri dio inicio al blog El Tigre Verde. Con él se propuso, inicialmente, relevar la problemática ambiental del Partido de Tigre, sin embargo superó con amplitud ese objetivo. El blog se convirtió en un espacio de búsqueda de información para vecinos, activistas, periodistas, investigadores.

Ricardo Barbieri con su cámara

Seguramente entusiasmado por la promesa de Daniel Scioli, candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, y el candidato a intendente de Tigre, Sergio Massa, que firmaron un compromiso público por el saneamiento del río Reconquista, en septiembre de 2007, Ricardo inició el blog con esa nota de compromiso.

Vivió en Ricardo Rojas, localidad de Tigre, muy cerca del arroyo Las Tunas, altamente contaminado; en mayo del 2016, se comprometieron, una vez más, obras hidráulicas para el saneamiento del arroyo. Hasta la actualidad, continúa tan contaminado como en aquellos años.

El hombre de la cámara

Con su cámara fotográfica, silencioso, siguiendo con cierta distancia los hechos, una distancia óptima para advertir verdad y falsedades, Ricardo estuvo en todas las movidas iniciadas por los vecinos que reclamaban agua potable o el cierre de fábricas que no cumplen con las normas de saneamiento de sus efluentes. Maricel Rolón, vecina de Ricardo Rojas, recuerda las largas charlas que tenía con él, mirando fotos para buscar información. «Era una persona muy sincera».

«Era una persona muy sincera».

Maricel Rolón

Con el tiempo, Ricardo se fue involucrando en la problemática ambiental mucho más allá de su barrio. Adriana Córdoba, de la Red de ambientalistas del Río Reconquista, lo recuerda con mucho afecto: «Ricardo era de pocas palabras en público, pero cuando hablaba, era muy certero. En una reunión en la UNGS, cuando un funcionario se sintió ofendido por las críticas que le hacíamos las organizaciones, Ricardo le dijo que si bien los funcionarios eran ‘emergentes’ de la sociedad, ellos tenían OTRA responsabilidad, porque SU sueldo se lo pagaba esa sociedad». Respecto a la tarea asumida por Ricardo Barbieri, expresó: «Fue pacientemente documentalista, con su cámara dejó testimonio de la enorme contaminación del arroyo Las Tunas. Hizo un mapa tentativo de las industrias contaminantes de Tigre. Y su blog era de consulta obligatoria para todos nosotros».

«Ricardo era de pocas palabras en público, pero cuando hablaba, era muy certero».

Adriana Córdoba

También Rodolfo Rodríguez, vicepresidente del Frente Grande de Tigre, también lo rememora con emoción: «Tengo de él recuerdos muy gratos y lo que más recuerdo fue la primera reunión en la que estuvimos juntos. Éramos tres personas que hablábamos sobre el uso de los humedales por parte de los countrys. Le pedí que tirara alguna idea para hacer desde el Instituto de Políticas Públicas Eva Duarte, haciéndole una aclaración ‘descartemos pasar una topadora y tirar todo a la mierda’, entonces él me respondió ‘ah, yo pensé que la reunión era para ver cómo conseguimos las topadoras’. Y todos nos reímos».

Encontrándome de vacaciones en el exterior, en enero de 2017, me llegó la triste noticia: Ricardo había muerto. El 15 de enero de 2022 se cumplirán 5 años.

Día de la Flor Nacional: El Ceibo

El 22 de noviembre de cada año, en nuestro país se celebra el Dia de la Flor Nacional en honor a la flor del ceibo. También denominado seibo, seíbo o bucaré, es una especie característica de la formación denominada bosques en galería, que tienen una estrecha vinculación con la ribera de un río, esteros, pantanos y humedales. Esta especie es originaria de América, especialmente de la Argentina (zona del Litoral), Uruguay (donde también es flor nacional), Brasil y Paraguay.

Fue declarada flor nacional en 1942 por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº13.847/42. Pero recién a partir de 2008 se instituyó el 22 de noviembre como el Día de la Flor Nacional (Ceibo).

FOTO: https://www.flickr.com/photos/bambolia/

Su nombre científico es Erythrina crista-galli y significa en latín cresta de gallo por el color rojo carmín de su flor. La flor del Ceibo puede llegar a medir entre 6 y 10 centímetros con un diámetro de 0.50 cm.
El árbol es de corteza áspera de color pardo grisáceo, muy gruesa y muy rugosa, con profundos surcos florece entre los meses de octubre hasta abril, en forma de inflorescencia arracimada.

El árbol puede llegar a medir una altura de 12 metros con un diámetro de más de 10 metros. Posee un tronco algo ondulado y leñoso, de ramas con espinas. Sus hojas son compuestas y de color verde medio. Además, son caducas, esto quiere decir que en época otoñal las hojas se caen para volver a crecer en primavera.


La leyenda Guaraní del Ceibo

Cuenta la tradición oral que en las riberas del Paraná vivía una indiecita de rasgos toscos, llamada Anahí. Era fea, pero en las tardecitas veraniegas deleitaba a toda la gente de su tribu guaraní con sus canciones inspiradas en sus dioses y el amor a la tierra de la que eran dueños… Pero llegaron los invasores, esos valientes, atrevidos y aguerridos seres de piel blanca que arrasaron las tribus y les arrebataron las tierras, los ídolos y su libertad.
Anahí fue llevada cautiva junto con otros indígenas. Pasó muchos días llorando y muchas noches en vigilia, hasta que un día en que el sueño venció a su centinela, la indiecita logró escapar, pero al hacerlo, el centinela despertó y ella, para lograr su objetivo, hundió un puñal en el pecho de su guardián y huyó rápidamente a la selva.
El grito del moribundo carcelero, despertó a los otros españoles que salieron en una persecución que se convirtió en cacería. Al rato la joven fue alcanzada por los conquistadores. Éstos, en venganza por la muerte del guardián, le impusieron como castigo la muerte en la hoguera. La ataron a un árbol e iniciaron el fuego, que parecía no querer alargar sus llamas hacia la doncella indígena, que sin murmurar palabra, sufría en silencio, con su cabeza inclinada hacia un costado. Y cuando el fuego comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la planta en un asombroso milagro.
Al amanecer los soldados se encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes y flores rojas aterciopeladas que se mostraba en todo su esplendor, como símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.



La memoria se recupera

Redacción: Mónica Carinchi
Edición y multimedia: Mauro Larrosa

Bancalari es una estación de tren y también el límite entre Tigre y San Fernando. Por allí pasa el río Reconquista: fétidas y negruzcas aguas, enmarcadas por una tupida vegetación. El líquido nauseabundo se desplaza lentamente, sobre su superficie flotan cosas que pueden ser excrementos. Debajo del puente que atraviesa el río, las riberas fueron cementadas, allí toman sol unas tortugas que adquirieron el color del líquido y de la tierra que parece empetrolada.

Muy cerca del río está el frigorífico Bancalari y a un costado, el barrio popular Presidente Perón, una villa parcialmente urbanizada. En un espacio que intenta ser plaza está Ana con su pequeño hijo, sentada sobre una lona debajo de una palmera que da una escasa sombra. Frente a ese desolado «espacio verde» donde hay más tierra que pasto, hay un basural que, aparentemente, están limpiando. Consultada sobre el lugar, lo primero que dice Ana es que no sabe, no recuerda. Sin embargo, avanzando en la conversación, dice «ahí había un río, pero lo taparon». Una larga franja de terreno, que linda con la parte de atrás del frigorífico y de otra fábrica que no se sabe qué es, fue arroyo, basural y ahora es un semibasural. «En la pandemia la gente lo quiso tomar, pero enseguida la sacaron», cuenta Ana. El basural, una especie de rectángulo, continúa por detrás de la villa y llega hasta un arroyo; los vecinos quisieron ocupar ese basural, no los dejaron.

«Ahí había un río, pero lo taparon»

Ana

Ana habla lentamente; igual que el río, sus palabras de pronto se detienen, pero la memoria empuja y los recuerdos suben y entonces hay un intento por dar mayores explicaciones.

La página del COMIREC dice: «Somos un ente autárquico que coordina y ejecuta acciones vinculadas con el saneamiento ambiental, la preservación del recurso hídrico y la mejora de la calidad de vida de los habitantes de la cuenca del río Reconquista».

Sanear no significa destruir, ni tampoco desmontar

Un grupo de activistas ambientales se manifestó en el municipio bonaerense de Moreno, en las intersecciones de las calles Emilio Mitre y Av. Camino de la Ribera, con el fin de visibilizar el rechazo a las obras de «limpieza» en las orillas del Río Reconquista.

En la foto se puede observar como las máquinas retroexcavadoras arrasan con toda vegetación

El Técnico en Ecología y activista Diego Olivera comentó: «Estamos en contra de la metodología que están utilizando para hacer la limpieza y saneamiento, que ellos llaman «Refuncionalización del espejo de agua» ya que con las maquinas arrasan con todo, sin dejar nada».


Luego los activistas se desplazaron junto a una de las varias máquinas retroexcavadoras para seguir manifestándose en el lugar.

Mucho descontento por obras en las orillas del Río Reconquista

Redacción: Mónica Carinchi
Edición y multimedia: Mauro Larrosa

En marzo de 2021 se realizó, vía conferencia virtual, una reunión del Directorio del Comité de Cuenca del Río Reconquista (COMIREC). Allí se informó sobre la aprobación del Proyecto de Mejoramiento de Calidad del Recurso Hídrico de la Cuenca.

Las obras ya comenzaron y serán en la parte Alta y Media de la cuenca que comprende, en el primer caso, los municipios de Merlo, Moreno, Luján, General Rodríguez, General Las Heras y Marcos Paz; en tanto, en el segundo caso, se encuentran los municipios de Malvinas Argentinas, San Miguel, General San Martín, Tres de Febrero, Morón, Ituzaingó, José C. Paz y Hurlingham.



Distintas organizaciones socioambientales que conforman la Red de Ambientalistas del Río Reconquista se oponen a esa «limpieza» porque implica la desaparición de toda la cubierta vegetal y su fauna asociada. Las retroexcavadoras arrasan con la vida que sutilmente va creando una red que beneficia a los seres humanos y en su lugar deja un espacio estéril.

Un intendente con empatía

Alberto Daniel Descalzo, representante de la Cuenca Media e intendente del municipio de Ituzaingó, informó al ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires que «existen ciertas zonas e especial protección, como por ejemplo la que pasa por el Partido de Ituzaingó, que está declarada Reserva Natural Urbana y por lo tanto tornando incompatible de ejecución algunas tareas mencionadas, porque se la reconoce como área de humedales con gran diversidad biológica, paisajes, flora, fauna características de la región».


Futura Reserva Natural Urbana Ituzaingó

Los especialistas advierten sobre la destrucción

No sólo la sociedad civil, gran cantidad de investigadores de todo el país, de afamados institutos como CONICET, INEDES, ILPA, IEGEBA también presentaron sus objeciones a esta «limpieza» así como recomendaciones mediante un documento (Click aquí para descargarlo). Recomiendan mantener y fomentar la presencia de vegetación nativa en las márgenes de los ríos, además de informar que las acciones que se llevarían a cabo «atentan contra múltiples servicios ecosistémicos». Recuerdan a las autoridades pertinentes que se estaría contradiciendo la Estrategia Nacional de Cambio Climático y que, actualmente, muchos países están renaturalizando cuencas que fueron intervenidas como se pretende hacer en este caso.

La naturaleza en peligro

Redacción: Mónica Carinchi
Edición y multimedia: Mauro Larrosa

https://www.facebook.com/redrioreconquista/about/?ref=page_internal

Las intervenciones humanas sobre la cuenca del río Reconquista han generado una degradación alarmante de ese vasto territorio. Obras realizadas supuestamente para mejorar la vida de las personas que viven sobre la cuenca no han tenido impacto positivo, contrariamente, el deterioro ambiental es cada vez mayor y consecuentemente la calidad de vida de millones de personas también empeora.

El desencuentro entre el discurso oficial y el discurso de las agrupaciones de la sociedad civil se manifiesta brutalmente en las obras de desmonte en ambas márgenes del Reconquista, iniciadas recientemente a la altura de la cuenca media.

Hasta ahora, las voces de la sociedad civil han sido descalificadas, pues no se ponen en práctica ninguna de sus propuestas. Mientras el poder político siga considerando que el progreso es rectificar cauces y pavimentarlos, es imposible avanzar hacia una política de entendimiento donde el pensamiento ambiental destrabe la incomprensión actual y entonces se logre avanzar hacia soluciones que surgen de las relaciones que las personas entablan amorosamente con su territorio.

El árbol Coronillo y su estrecha relación con la mariposa Bandera Argentina

El árbol Scutia buxifolia se caracteriza por ser de las especies denominadas perennifolios, es decir que mantiene sus hojas vivas a lo largo de todo el año. Son de crecimiento lento y pueden llegar a medir 12 metros y excepcionalmente hasta 20. Con un follaje verde oscuro y con espinas cónicas, sus flores son pequeñas y hermafroditas de color amarilloverdoso con una fruta  drupa globosa (un fruto simple de mesocarpio carnoso, coriáceo o fibroso que rodea un endocarpio leñoso) que florece en primavera y da sus frutos en verano.

Este árbol tiene la particularidad de ser el hospedador y planta nutricia de la mariposa bandera argentina (Morpho epistrophus argentinus).

Morpho epistrophus argentinus conocida popularmente como mariposa Bandera Argentina

La mariposa es un gran polinizador al igual que las abejas, con las cuales comparten el mismo problema, el gran descenso de su población por distintos factores como son: la urbanización, el avance de la frontera agrícola ganadera, el uso de agrotóxicos, la destrucción de la flora nativa, entre ellos su principal alimento, el coronillo.

Los ejemplares de esta gran mariposa nacen a finales de enero. Actualmente solo pueden encontrarse en la la localidad de Punta del Indio, donde se ubica el Parque Costero del Sur-declarada por la Unesco Reserva Mundial de Biosfera- y en la Isla Martin García, dado que en estos lugares aun hay alimento para las orugas de esta especia de mariposas, el árbol coronillo.

Precursores del cuidado del río

El Reconquista hoy

Intentos vecinales

Por la década del 40, José Rómulo Zamora, un vecino de la calle Esmeralda, del barrio El Churrasco, y Amancio Williams, el famoso arquitecto que tenía una casa de fin de semana cerca del puente Rocha, decidieron hacer algo para detener la contaminación del Reconquista. En el puente Sacriste, varios fines de semana, pusieron una mesita y levantaron firmas. «También pensaron tirar camiones de tierra sobre el río, a la altura de Aviación (Don Torcuato), para que no llegara acá la pudrición, pero no prosperó porque la gente tenía miedo, porque era cerrar un curso de agua y provocar inundaciones por otro lado», contó Juan Zamora, hijo de José. Pasados algunos años, los vecinos veían, en días de aguas bajas, cómo boqueaban los peces. En la actualidad ya no hay peces.

Planeamiento de la ciudad de Tigre propuesta por Amancio Williams

En 1956, el Comisionado Municipal del Partido de Tigre solicitó a Amancio Williams un plan para la ciudad. El arquitecto advirtió: «La aplicación del proyecto resultaría estéril sin la previa solución de dos problemas fundamentales, el control de las inundaciones y la contaminación de los ríos Reconquista y Tigre, brazo del primero. La gravedad del problema reside en que ambos ríos atraviesan zonas residenciales y el centro comercial. También el turismo se ve afectado por el olor nauseabundo de las aguas». Más adelante sostuvo que «lo conveniente es encarar la descontaminación …. pues la purificación de las aguas permitirá la transformación natural y económica de la ciudad» (Planeamiento regional del Delta y Plan para el Partido y la ciudad de Tigre, en Archivo Williams).

De un basural a una Reserva Natural Urbana

Un antiguo depósito judicial de vehículos en el partido de San Miguel, a orillas del río Reconquista,  se convirtió en un espacio verde, donde empieza a brotar su flora nativa y se intenta recuperar, muy lentamente, la fauna del lugar.

Foto: Mauro Larrosa

La entrada ubicada al lado del Velódromo Polideportivo Municipal Bella Vista. Por eso, quienes llegan al lugar ya saben a dónde van. La Reserva Natural Urbana parece algo escondida, algo que contribuye a la tranquilidad del lugar.

Para los ciclistas que giran alrededor del velódromo, el cambio es más notorio, antes, a lo lejos, se podían ver los autos apilados, compactados y el lugar muy descuidado, hoy en cambio, se empieza muy de a poco a recuperar una pequeña parte de la “bella vista” perdida para  los vecinos y deportistas que pasean por la zona.

Al ingresar lo primero que podemos ver es a lo lejos varios caballos, vacas y algunas pocas ovejas, y por detrás un viejo puente de hierro del ferrocarril en desuso.  En este espacio el suelo se percibe algo extraño, difícil de definir, pero que al comienzo de la visita guiada el guardaparques explicó que antiguamente este sector era el lecho del río, pero que hace varios años, en un ya lejano 1995, el cauce del mismo fue modificado para evitar inundaciones.

Por otro lado hay un contenedor adaptado a oficina/deposito, un edificio construido en permacultura, donde están los baños, y un invernadero donde se busca (re)generar la flora autóctona que se perdió como son el ceibo, los talas, el coronillo, el ingá, el espinillo, el chañar y el lapachillo, entre muchas otras especies que a sus vez son fundamentales para la supervivencia de distintos  animales e insectos. El invernáculo está rodeado de varios montículos de tierra fértil lograda por medio del compostaje con la colaboración  de los vecinos que se acercan a participar de los distintos talleres que se dictan.

La reserva fue creada mediante ordenanza municipal en octubre de 2016 y es una de las pocas sobre la ribera del río Reconquista, la otra está pendiente de materialización, en el vecino municipio de Ituzaingó. Con una modesta superficie de poco más de 8 hectáreas, y muy cercana a una planta de tratamiento  cloacal de Aysa, depende directamente del municipio de San Miguel.

Ubicación de la Reserva

El partido de San Miguel se ubica en el noroeste del Gran Buenos Aires, a una distancia de 33 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el último censo realizado en 2010 informó que cuenta con mas de 276.000 habitantes. Limita con los partidos de Tigre, San Martin, Tres de Febrero, Hurlingham, Ituzaingó, Moreno, José C. Paz y Malvinas Argentinas.


La localidad de Bella Vista pertenece al partido de San Miguel, con una población de poco mas de 29.000 personas.